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jueves, 29 de diciembre de 2011

Vagón 37. Princesa Julia

Ahora sí que soy una princesa de verdad. La mujer de los juegos nos ha traído ropa nueva y todos mis vestidos son de princesa, ¡estoy más contenta…! Me entran muchas ganas de bailar, porque tienen mucho vuelo y cuando doy vueltas la falda se levanta y parezco una bailarina de verdad. Ahora me he puesto uno rosa, ¡es más bonito…!

Me gusta la mujer de los juegos, pero no me gusta llamarla mamá. No me obliga, pero dice que cuando haya gente delante es mejor porque si no nos pueden echar del tren. Por eso cuando hay gente no la llamo, no quiero llamarla mamá.

Yo ya tengo una mamá que no está aquí. Mi mamá casi nunca está conmigo, me acuesta y se va con el tío Carlos, él sí me obliga a llamarlo tío. El tío Carlos no me gusta, pero mamá siempre quiere estar con él, creo que es porque le trae las inyecciones que se pone. Una vez me desperté y como no había nadie en casa me asusté y lloré mucho; me oyeron los vecinos, luego vino la policía y se quedaron conmigo hasta que vino mi madre. Estuve un tiempo en un colegio en el que también dormíamos, después mamá vino a buscarme y me llevó a casa. Aquella noche me dijo que si me despertaba que no se me ocurriera llorar, me obligó a beberme una medicina que no me gustaba. ¡Y yo no estaba mala!

La mujer de los juegos siempre se queda a dormir a mi lado y no se pone inyecciones. Siempre dice que soy una princesa. No quiero llamarla mamá porque no quiero que ella sea una mamá, quiero que todo sea como es ahora.

—¡Soy una princesa! ¡Mira cómo doy vueltas!

3 comentarios:

Tempus fugit dijo...

¡Santa inocencia! Es una auténtica princesa, sí.


un abrazo

convoy89 dijo...

: )

W.B. dijo...

Feliz dos mil doce.

Por cierto, me he mudado.