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lunes, 16 de enero de 2012

Vagón 37. La coronación

La mujer de los juegos ha abierto la maleta de las sorpresas y ha sacado papel brillante y tijeras. Seguro que quiere que juguemos a hacer coronas, como la primera vez que la vi.

Yo estaba en mi habitación como siempre y ella estaba en la calle haciendo guirnaldas que regalaba a los niños que pasaban. Yo la veía desde la ventana. Yo siempre miraba por la ventana. Yo quería estar en la calle, pero estaba en mi habitación como siempre, mirando al paseo y a la gente que caminaba por allí.

Me escapé. Salí de mi casa sin que nadie me viera y me acerqué a ella. Me hizo una corona y me enseñó cómo se hacían para que pudiera hacer otra cuando aquélla se rompiera.

Mi padre tiró de mí y no pude despedirme de ella. Mientras cruzábamos la calle me daba azotes en la cabeza. Me castigó con la persiana bajada durante una semana. Los demás niños podían salir a la calle, yo no. Mi padre decía que era muy peligroso.

Ahora tampoco salgo a la calle, siempre estamos en este tren y también miro por la ventana, pero no me importa: Julia y la mujer de los juegos siempre están conmigo y es como si estuviéramos en la calle.

—¿Vamos a hacer coronas?

—No. Vamos a hacer estrellas y las pegaremos en las ventanas.

—¿Para qué? Yo prefiero hacer coronas.

—Para viajar por el espacio. Cuando tengamos las ventanas llenas de estrellas haremos coronas si quieres. Seremos los reyes del Universo. 

2 comentarios:

Javier Muñiz dijo...

Hola convoy,regreso ligero de equipaje a tu hermosa casa, aquí me quedo, muy agradecido, pasa buen día, besos afines...

convoy89 dijo...

Gracias por venir! : )