Me da igual que toda la tripulación monte en cólera y que el capitán me eche del avión. El simple hecho de camuflar la fila trece justifica mi comportamiento. ¿Qué motivo impulsaría a un fabricante de aviones a hacer algo así? Está claro. A mí no engañan; es más peligroso viajar en el asiento de la fila trece. No es extraño pensar que habrá más posibilidades de accidente.
Por suerte este es un viaje sin prisas. No me ha molestado tener que optar por el tren porque de lo que se trata es de ver mundo, de sentirme libre. Mi madre dice que tengo que abrirme y arriesgarme para romper con mis manías y yo ni siquiera sé a qué manías se refiere. Sólo sé que merece la pena coger el tren sólo por las vistas. Aunque el continuo tra-ca-trá no me permita escribir la carta de reclamación a la compañía aérea, aunque vaya a tardar mucho más en llegar… Todo eso me da igual porque aquí estoy seguro. Me he fijado en los números de los asientos y estoy el rincón más alejado posible del asiento trece, justo enfrente de un simpático viejete que parece estar a punto de dormirse.
Y hace casi veinticuatro horas que no me da ningún ataque.
Por suerte este es un viaje sin prisas. No me ha molestado tener que optar por el tren porque de lo que se trata es de ver mundo, de sentirme libre. Mi madre dice que tengo que abrirme y arriesgarme para romper con mis manías y yo ni siquiera sé a qué manías se refiere. Sólo sé que merece la pena coger el tren sólo por las vistas. Aunque el continuo tra-ca-trá no me permita escribir la carta de reclamación a la compañía aérea, aunque vaya a tardar mucho más en llegar… Todo eso me da igual porque aquí estoy seguro. Me he fijado en los números de los asientos y estoy el rincón más alejado posible del asiento trece, justo enfrente de un simpático viejete que parece estar a punto de dormirse.
Y hace casi veinticuatro horas que no me da ningún ataque.
5 comentarios:
Está visto que a la Sociedad actual le va el lenguaje de conveniencia. En vez de viejos, tercera edad; en vez de pobres, sin techo, en vez de trece, doce más uno...¡Ay! ¡Ay!
Bueno, comparto la opinión de Pedro Luis, en la épocas que vivimos da igual cambiar la forma de expresarse hacia las personas o las cosas, pero en definitiva, solo intentan disfrazar la realidad, el orden de los factores siempre será el mismo...o sea, que has hecho muy bien en optar por el tren, en tu lugar, hubiera hecho lo mismo...
Saludos!
Decían que era la era de la diplomacia, pero se ha convertido en la del eufemismo. A ver qué tal este nuevo vagón que estrenamos hoy.
Me has hecho reir muchísimo. Un relato estupendo!!!! Gracias
Gracias a ti por bucear en el convoy 89!!!
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