Marta y Ester vuelven de desayunar, entran en su compartimento y Ester cierra la puerta. Se tumba y, cuando Marta se pone junto a ella, Ester, mirándola a los ojos, le dice:
-En el vagón restaurante hay un chico que te mira mucho.
-Sí, ya me he fijado.
-Como eres tan guapa y tienes un pelo tan bonito… Pero yo soy muy celosa y me entran ganas de arrancarle los ojos.
-Si yo sólo te quiero a ti.
-Bueno. Yo también te quiero mucho. Imagínate si te que quiero que, si ahora el tren se parara y nos bajáramos, fuera también te querría.
Marta se ríe y la besa. Luego, Ester sigue:
-Y si estuviéramos fuera del tren me gustaría que lloviera para oler la tierra mojada y andar las dos descalzas.
-O para tumbarnos en la playa y querernos quietas y con los ojos cerrados.
-Pero no te dejaría ponerte en top less.
Marta se vuelve a reír y la vuelve a besar:
-¿Y si nos metiéramos en el agua y nos alejáramos de la orilla?
-Entonces sería yo la que te quitara las dos piezas del bañador.
Marta se vuelve a reír y, antes de volverla a besar, dice:
-Pues eso.
Junta sus labios con los de Ester y empieza a desabrocharle la blusa.
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