Entra en un vagón

viernes, 3 de febrero de 2012

Vagón 42. Bajo las mantas

Ester y Marta corren las cortinillas de la ventana para que al amanecer no les entre el sol, apagan la luz, se cubren con las mantas, se dan un besito de buenas noches y se abrazan. Unos minutos después Ester susurra algo en el oído de Marta y Marta empieza a acariciarle el vientre y a besarla en los pechos bajo la manta. Ester respira en la penumbra, sólo respira callada mientras la mano de Marta la va recorriendo. Cuando la mano de Marta baja por el muslo de Ester, Ester flexiona las piernas y las abre ofreciéndose. Marta encuentra a Ester húmeda y empieza a recorrerla despacio y suavemente. Ester aparta la manta y propone encender la luz:

-Porque mirarte a los ojos también me produce placer. Y vernos a las dos desnudas.

Encienden la luz y Marta sigue acariciando a Ester mientras se miran a los ojos.

-Bésame.

Y Marta la besa en un beso largo y sin variarle el ritmo de las caricias. Al acabar el beso Marta encuentra a Ester con los ojos cerrados. Y Ester dice:

-En cuanto abra los ojos y te vea, llegaré.

Espera un momento, abre los ojos y Marta nota en la yema del dedo todo el placer que está sintiendo Ester. Y Ester sigue derritiéndose sin otro aspaviento que una leve sonrisa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Menudo juego han dado esas cortinillas cerradas! ¡Ufff! ¡Que Pasión!
Un abrazo.

convoy89 dijo...

Sí, la verdad es que el vagón 42 está que arde. Pero cuando finalmente se incendie, nos quedarán los demás, ja, ja, ja… Gracias por tu fidelidad, Pedro Luis.